Cuando duermo,
mi locura disfrazada de avestruz
se siente libre.
Yo dormida, pertenezco al universo
que me acoge.
Y soy esta yo
y soy distinta
y no hay una diferencia que se note.
Cuando duermo
los caminos son fluidos.
Laberintos
que se resuelven
(ellos lo saben)
al despertar.
Cuando duermo
no hace falta más llorar
Y sin embargo
todo en mí se llueve.
Una lágrima es en mi sueño
todo un mar
Y yo misma soy el mar…
que me separe.
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