viernes, 26 de septiembre de 2008

Escribo por ti, por lo que nunca has dicho.

¿Desde dónde escribo? Escribo desde lo que soy, de lo que desconozco y no comprendo, desde lo que me afecta, es decir, desde lo que me rehace. Escribo para reconocer los desconocimientos que están ahí y ante los que no quisiera permanecer ciego. Escribo para imponerme cierta lucidez, para negarme al desconcierto." Tomás Eloy Martínez

Escribo como para sujetarme de una tabla que a veces es salvación y otras zozobra, muchas veces puente y otras veces es un peso muerto, o un arma, o simplemente una amenaza. Pero escribo en la libreta de mi materia, en mi diario de papel, en las cartas a mis amigos, aquí, en el sitio de Otra María, en mensajes de celular, en la palma de mi mano.

Lleno formularios y envío invitaciones, escribo icluso para los días oscuros de la letra muerta, cuando fuera del alcance de las palabras, no me quede otra que jugar un papel en la ausencia de la pluma. Quiero encontrar el hilo negro que marque el pespunte de estos pedazos dee mí. Algo que pueda leerme y decifrarme.

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