viernes, 23 de octubre de 2009

Me mudé

Ahora publico en http://albricias.dificildejuglar.com/

sábado, 20 de junio de 2009

Infusión


“Hágase la lluvia” dijo dios, mientras se servía una taza de té de Azahar. Una gota cayó sobre el mantel casi blanco de la nada, escurriendo como si fuera un tren que rueda lentamente sobre otra rueda más grande, precipitándose sobre la creación.


Y la lluvia “se hizo”: amarillo pálido, orín fecundo. Sobre esas aguas, aleteaba una flor de azahar.

miércoles, 17 de junio de 2009

Los globos que se nos volaron


Hace unos día Javi_dice subió a Twitter una minificción muy sencilla, que me pareció mágica:
"La Luna no sabe nada de su lado oculto". Se lo retuitié y le comenté: Soy otra enamorada de la luna, y siempre me pregunto qué habrá en su lado oscuro.

En una ocasión, tal vez los turixes se acuerden, escribí sobre lo que podríamos encontrar en ese lado de la luna: los besos volados que nadie recibió, los recuerdos que se dejaron de alimentar...

Y hoy Alvaro, sin estos antecedentes, me envía este hermoso cartón de Liniers, en donde además de la luna, se encuentra otro de los elementos recurrentes de mi imaginario: los globos.

Lo que me confirma que esta obra de arte que yo creo que es la vida, la escribimos todos.

jueves, 4 de junio de 2009

¡Cuidado! hay globos sueltos....y con cada maña...



El globo con piel de oveja: parece un inocente enamorado, pero es un soñador evasivo.
El globo con piel de abeja: parece útil, y nos echa muchas flores, pero acuérdense que es un globo, y en cualquier momento puede desinflarse.

sábado, 23 de mayo de 2009

Homenaje al calcetín


Sacudo mi calcetín, esperando escuchar sonido de campanitas.


Paso a paso, el calcetín se acerca al hueco de su destino.


Únicamente los calcetines sin par llegan a ser estrellas del guiñol.


Puso todo de sí a sus pies. No estaba enamorado, sólo era un calcetín.


Hay muchos calcetines sin pareja. Y no falta quien les busque citas a ciegas.


Este fue un brevísimo homenaje a quien siempre nos ayuda a ponernos en pie: el calcetín.


Porque nunca sabemos cuál será el siguiente calcetín que perderemos, aprendamos a valorarlos.

lunes, 11 de mayo de 2009

Quien con globos anda, a volar se enseña

Una manada de globos


Dime con quién andas...

Cómo quitarle el aliento a un globo


Tomaré al globo por sorpresa:

Saldré a su encuentro

Y le haré ¡BU!

Ok, no quiero que me vea:

Llegaré a él antes de la gravedad

cuando feliz, se entretenga

con el techo o con el piso.

O mejor: me haré de un gato

y llamaré a un niño.

Los mantendré alejados

y bastante llamativos

y el globo ingenuamente

temerá las manos

pegajosas del pequeño

o las garras letales del minino.

Y así, cuando despacito

me acerque a hacerle ¡BU!

tendrá un sobresalto tan bonito

que crecerá aún más dentro de sí

y al mirarme, de puro alivio

va a suspirar,

Y el suspiro su nudo deshará

Y morirá feliz con su destino.

viernes, 8 de mayo de 2009

Inventario de lunas


Las últimas veces que he salido a caminar me ha dado por hacer inventario de las sensaciones que voy capturando: vista, olfato, tacto…hoy, la luna tuvo que ver en muchas de ellas:

· lo primero en lo que enfoco mi atención es un par de perritos blancos asomándose de una reja azul. Lamento no llevar la cámara para tomarles una foto.

· Luego miro el cielo lleno de nubes azul-moradas del atardecer. Una de ellas tiene un copetito naranja. ¡combino con el cielo! ¡Y yo que pensaba que mi pantalón deportivo lila y mi playera naranja no tenía perdón estético posible!

· A punto de llegar al parque me sorprende la luna llena: enorme, amarilla, colocándose en lo más bajo de un cielo azul intenso.

· Me encanta el parque de la Inalámbrica. Por un lado, hay unas chicas que practican basket. Sonrío con el aire dándome en la cara y me acuerdo de mi hermana Cecilia, me pregunto si extrañará el deporte ahora que es madre de tiempo completo.

· Escucho música clásica y veo que viene de la pista de patinaje sobre ruedas, donde unas chicas muy jóvenes ensayan girando y girando.

· Hay una niña patinando frente a mí. Ya empezó a oscurecer y sus patines rosa brillantes con luces destelleantes destacan en lo semioscurecido del parque.

· Las lámparas encendidas me hacen imaginar que el parque es un enorme sembradío de paletas tupsi amarillas.

· Hay un grupo como de treinta personas tomando una clase de “ritmos caribeños” qué alegres, al ritmo de una canción que dice, muy a propósito: “Cuando la luna se asoma la cumbia empieza a sonar” no puedo evitar dar saltitos de alegría cuando paso junto a ellos.

· A la salida del parque un señor canta: “Luna que se quiebra sobre las tinieblas de mi soledad…” en eso un niño patea un balón que logro cachar. ¿Una luna? Se lo devuelvo con una sonrisa que le parecerá extraña.

· Camino hacia la casa, todavía a un costado del parque. Un padre y sus tres niñas corredoras se cruzan conmigo. Pienso en mi padre y sus tres hijas. El señor y yo nos sonreímos.

· Paso a un lado del campo de tiro. Los redondos blancos me parecen lunas en reserva, esperando encenderse los próximos meses.

· En la esquina de la casa hay una fiesta infantil. Globos de colores. Saco la llave, entro a la casa sola. Y pienso que la luna llena, vacía de palabras, llena de imágenes, no pierde con el uso su eficacia inspiradora.

martes, 5 de mayo de 2009

Sólo lo bueno


Les comparto un poemita que escribì hace muchos años, y que hoy releí y me alegró.

Sólo quiero lo bueno.
Cuando toda la mañana se hace día,
y nunca la bondad es lo de menos.
Cuando ni siquiera pican las hormigas
ni los pájaros son negros
ni corderos pequeños son comida.
Sólo quiero la alegrìa
cuando hasta la màs rasposa pena
se hace vida
y nunca la ansiedad
es fruto de una cosa
hace tiempo podrida,
e incluso esa oscura mariposa
deja un polvillo rosa
que hace sonreir a las heridas.
Sólo quiero verdadero
todo ambiente que me mueve
y donde muevo,
que lo verde sea verde
y que lo nuevo se respete como nuevo.
Que se extinga la mentira
y sea la fantasía un mundo cierto,
en donde todas las palabras,
se conjugen en el tiempo de un presente
que no pierde su momento.

miércoles, 29 de abril de 2009

Cortar


Llegó el punto en que me aprieta el corazón

de tanto comer ansias y desvelos.

Atragantada de tanta información

que genera tu silencio.

Mejor hablemos.

Digamos: por favor, gracias, hasta luego.

Digamos: buenos días

buenas noches no, (sin ti no puedo…)

abstengámonos de decir adiós,

pero digamos aunque sea lo menos,

para sujetar con ese hilo de voz

la ilusión

de que nos pertenecemos.

sábado, 25 de abril de 2009

Así "han" hablamos en Yucatám


Hay verbos que son de uso exclusivo de los hablantes yucatecos, o con significación especial en esta tierra. Checa los siguientes:


Escorar. Acomodar las cosas de tal manera que queden ordenadas.

Anolar. (nóol) Disolver algo sólido en la boca.

Negocear. Acción, pasión, reacción o potencia de hacer “algo”.

Apescar. Pedzkàt (presionar algo) Apretar un botón con un dedo. “apéscale ahí”.

Buscar. Localizar algo y hallarlo, indistintamente: estoy buscando trabajo…¡ya lo busqué!

Samarrear. Mover algo violentamente, por ejemplo, un bebé…

Majar. Aplastar algo, un dedo, un perrito, un transeúnte,

Emposmar. Inflamación de la panza por mala digestión.

Levantar.(li’is levantar y guardar) Guardar un objeto en la parte alta del ropero, la cocina o la cómoda. ¿Dónde dejaste mi cartera? La levanté ayer porque estaba mal puesta.

Gustar. (Cha’an mirar, gustar, observar)Mirar, generalmente la televisión.

Acechar. (ch’ene’et) En Yucatán se usa como asomarse a algún sitio. “Voy a acechar qué hace mi hijo”. En lugar de esconderse para atacar, como se usa en otros lados.

Pringar. Salpicar. Cuida que no te pringue, que estoy haciendo limonada.. las personas muy pesadas pringan, de tan sangronas.

Achocar. (Chok’)Amontonar, apretar, juntarse. “Pónganse en fila, pero no se achoquen”.

Tajar. Sacarle punta a un lápiz con el “tajador”.

Surtir. Cuando se lo surtieron, quiere decir que le dieron duro y tupido a nalgadas.

Trepar. Subirse a un árbol, al autobús, a la mesa, etc.

Flitear. Fumigar a los moscos con insecticida.

Gastar.(Gastar el zapato, dinero, comida…) Xuup Acabar. Se gasta el dinero, se gasta la comida, se gasta el trabajo, se gasta, incluso, la telenovela cuando se acaba.

Chalear. (Chaal) enjuagar algo. Medio lavar: los trastes, la ropa, o a uno mismo.

Alisar. (Taadz) dejar liso algo. Pasarle la plancha a una prenda.

jueves, 23 de abril de 2009

Con la puerta abierta


Después de tantos cambios de domicilio ahora sé que mi casa es el lugar en donde me siento segura. ¿Un patio oscuro y húmedo, amplio y con olor a hierba? ¿Una habitación luminosa en donde se escuchen risas? ¿Una hoja en blanco y una caja de colores de esas que tienen una Blanca Nieves estampada de un lado y una bruja amarilla del otro? ¿Una capilla que huela escandalosamente a nardos? ¿Mi casa es una tela de algodón con la que se puede vestir muñecas, hacer cortinas nuevas o sacar cuatro trapos de cocina? ¿es una caja de galletas?


Mi casa es un lugar para dejarte entrar, y para dejarte ir. Un lugar para no cambiar por otro y para cambiarlo de lugar como si tuviera ruedas. Un espacio para guardarme mi bondad en un cajón cerrado a los reclamos. Una propiedad privada, como puedes ver, y con la puerta abierta.

miércoles, 22 de abril de 2009

Ejercicio de minificciones

Algunas minificciones creadas hoy `por mis alumnos del taller de Creación Literaria y Periodismo.


La relación entre el lápiz y la pluma fue de mal en peor: a ella le gustaban cada vez menos los chaparros. Ana Armesto

El sueño me cargó en los brazos de su hamaca.Fernando Gamboa

El traficante de órganos seduce a las víctimas y les roba el corazón.
Fernando Gamboa

La luna todavía no entiende por qué tiene cuatro personalidades.
José Medina.

Otramaria se paró frente al espejo y le dijo: ¡Ah no! Ahora te chingas! Una más no. David Loría


La joven murió asfixiada. Metieron el chiste a la cárcel.
José Luis Álvarez

lunes, 20 de abril de 2009

Sobre ruedas

El trayecto en autobús de La Riviera Maya a Mérida, son cinco horas de viaje en una congeladora con llantas. Estoy vestida con un pants, calcetines, chamara con capucha, otra chamarra sobre mis piernas y un chal. Están pasando la segunda parte de la película de Bambi y de vez en cuando la veo, como en este momento en que al príncipe del bosque redescubre la alegría junto a su pequeño huérfano, justo al nacer la primavera. Me sueno la nariz porque estuve a punto de llorar y continúo. Primera vez que escribo desde un autobús, planeaba capturar conceptos importantes para mi curso de mañana temprano, pero hay tanta emoción dentro de mí, que no puedo dejar de volar y en estos casos, la única forma efectiva de aterrizar que conozco, es escribiendo.


¿Qué me emociona? Haber pasado dos días hermosos con mi familia. Ahora que mis hermanas se casaron y tienen hijos me siento todavía más cerca de mis padres. Ellos y yo somos una familia, pero también soy una adulta y es interesante cómo interactuamos ahora, cómo hay ternura y fronteras, respeto e intimidad. Me gusta mirarlos, en el viaje en la camioneta, mientras ellos pensaban que yo leía, los observaba platicar con rostros sonrientes y buen humor, tomados de la mano, como suelen viajar desde hace más de 33 años.


También compartí estos días con la familia de mi hermana Cecilia. Ellos me han adoptado también. Mi cuñado es mi gran amigo desde antes de que ellos fueran novios y su pequeña Maricarmen es la bebé de quien más he estado cerca. Ella misma, cuando cuenta a los miembros de su familia y enumera a sus papás y a su hermanita, se pregunta al final…¿y tía?


Estos días pude dormir profundamente, comer rico, leer “La suma de los días” de Isabel Allende, conmoviéndome cada dos páginas, reírme con mi familia y decirle muchas palabras de amor a la pequeña Bebelú… (Los bebés, igual que las plantas y las personas, crecemos cuando nos dicen palabras de amor. No sé porque alguien nos hizo creer que la manera de madurar es con regaños) Admiro a mi hermana, creo que no encuentro una palabra mejor para describirla que “chingona” tal joven y con una familia tan hermosa. Tía incluída.


Pero bueno, creo que lo que más disfruté es este mirarme a mí sintiendo esta magia tan fuerte que me toca cada día. Las personas extraordinarias con las que me encuentro, las oportunidades que se presentan, las ideas que surgen. Este entusiasmo que no se termina. Nunca mi vida había tenido un sentido tan claro. Todavía a principios de año no tenía yo la menor idea de lo que quería hacer con ella y ahora…como si me hubiera nacido un niño largamente esperado, todos mis días están dedicados a criarlo, admirarlo y verlo crecer, soñando un futuro extraordinario para él.


viernes, 17 de abril de 2009

Mi miedo en el espejo

“Una mujer alterada es una persona que está cambiando…
Y creo que fue Borges quien dijo, que los únicos que nunca cambian,
son los tontos y los muertos”
Maitena

En los últimos días he estado de un humor extraño. Todo mundo sabe lo sociable que soy y cuánto amo estar con mi familia y amistades, pero…ahora no: quiero estar sola. Sí pues, tengo que trabajar en equipo y celebrar con mis hermanas, pero un ratito nomás, por favor, que ando que rasco por regresar a mi oficina, o recámara, o cualquier espacio que me represente aislamiento. Estoy, por decirlo de alguna manera, un poquito intolerante por este proceso de digestión.

Sin embargo ayer no pude refugiarme en mi “cueva” y tuve que soportar mirar cara a cara mi miedo al compromiso. Ya me venían cayendo los veintes (justo ahora en los treintas) de que eso de encontrarme con chicos con el común denominador del miedo al compromiso, podría tratarse de un reflejo mío. Pero ayer fue más que contundente. Mi amiga Isela, a quien yo misma invité a sumarse a mi proyecto de empresa, me confrontó: “Carmen María, quieres que trabaje contigo colaborando en qué porcentaje, porque si quieres que me integre al 50% eso implica que yo ponga esto y esto y esto, y estoy dispuesta”.

Todavía recuerdo cuando otra querida amiga se vino a vivir un tiempo a mi casa, por un problema que tuvo con su marido. De mil amores le abrí las puertas, pero no saben cuánto miedo me generó la situación de compartir bajo el mismo techo y repartirnos las tareas y responsabilidades. Todo salió muy bien, por fortuna, pero yo respiré muy aliviada cuando se fue. Ahora con Isela me pasó algo parecido, cuando le tuve que plantear bien el proyecto y cuáles serían mis condiciones y a qué me quiero comprometer con ella, estuve a punto de salir corriendo, se me aceleró el corazón, me dio pánico en grado sumo y me tembló la voz.

Eso me recordó a mi cuñado, quien estuvo detrás de mi hermana un año, y cuando ella por fin le dijo que sí, que sí podrían ser novios, él tuvo que hacer acopio de todo su valor para quedarse en la relación. (Ahora tienen cinco años de feliz matrimonio). _Quería salir corriendo, Carmen_me contaba, y así me sentí yo ayer cuando las cosas con Isela tuvieron que pasar del dicho al hecho.

Ahora descubro que el aprendizaje de las relaciones de dos, tal y como yo las observé desde niña, es que siempre uno de la pareja lleva las de perder, y para que uno Sea, el otro tiene que NO Ser…Ahora ya sé que no es así, pero cómo se lo explico a la pequeña Carmenchu, quien vaya que hace berrinche cuando las cosas dejan de ser platónicas y amenazan con convertirse en formales.

Ahora con mi socia la realidad pinta muy positiva. Se trata de una mujer responsable, equitativa, cuidadosa y dispuesta a aprender, a compartir. (Qué más quiero). Y sí, queridos amigos, ya no puedo afirmar que hay demasiados hombres “sacones”, yo misma me reconozco cobarde e incluso astuta para evadir relaciones de a dos. Supongo que ahora que lo veo me será más viable superarlo, y hasta encontrar a alguien que haga “pareja” conmigo con estos cambios...

En resumidas cuentas, estoy en transformación…y estoy insoportable.

martes, 14 de abril de 2009

La imaginación es más poderosa

¡Mi sobrinito de dos años y mi hermana bajaban por las escaleras del súper! No sé ustedes, pero a mí, encontrarme con alguien de mi familia en la calle (o súper) se me hace un acontecimiento de lo más afortunado, aunque no pasen dos días sin que nos veamos en nuestras casas. Así que en esta ocasión pagué a toda prisa en la caja, y salí corriendo a su encuentro. A José, mi sobrino, no le pareció extraña mi presencia, y antes de decirme Hola tía, me señaló algo que sí lo estaba impactando: ¡Dora la Exploradora en persona y en las mismas escaleras eléctricas que nosotros! Yo miré al personaje y algo dentro mí, como suele pasar siempre, vio lo mismo que mi sobrino: a la caricatura, no a una botarga, pero, oh sorpresa que me llevo cuando veo que Dora patea a su compañero de al lado._ ¡con que portándote mal!_ la reprendo, Dora me contesta con un asentimiento de la cabeza y yo…estuve a punto de caerme porque la escalera eléctrica terminaba en ese momento su pendiente.


Esto es lo que pasa cuando no veo la frontera entre la ficción y la realidad, y me alegra que así sea desde siempre. Además, estos acontecimientos tienen su extra de interés para mí. Luego luego comienzo a pensar en lo padre que sería contar lo que me pasó, tal como estoy haciendo ahora. Y entonces cuento mis famosas anécdotas. Durante los años que fui maestra de la materia de Lectura y Redacción en una preparatoria, solía embobar a mis alumnos con la narración de mis aventuras. Tiene razón Lisa Lipkim cuando afirma que “si existe un hilo universa que nos una a todos, sin excepción, es la necesidad de cuentos, y no sólo como entretenimiento o diversión, sino como una fuerza vital esencial”


Era sorprendente mirar el gozo en los ojos de esos inquietos y tecnologizados muchachos, cuando les contaba la historia del rapto de mi pollito Nico en aquellos días de mi infancia en Veracruz, o constatar lo mucho que les entretenía que les contara el enfrentamiento de mi gata Belílula con la zarigüeya que invadió nuestra cocina. Sí, las historias y los cuentos siguen fascinando en estos tiempos del Internet, y continúan captando la atención a pesar del hecho de la educación visual y la rapidez de los medios. No hay nada más poderoso que la imaginación.