martes, 9 de diciembre de 2008

Este invierno

Al borde del error,
a punto de perder el equilibrio
en una inclinación sutil
no del todo prevenida
una luz feroz me parte a la mitad,
me salva de mí misma, me aleja,
me desangra (me hace llorar)
Y purifica.

Acostumbrada a no olvidar
a ir más allá de mí
por estar con todos los demás,
no en beneficio de mí misma,
esa luz feroz me muestra la verdad,
me desarma de toda mi bondad
y me recoge nuevamente
en la semilla.

En este invierno nítido
(a fuerza de la luz), puedo reposar,
mirar hacia delante,
empezar a crecer al borde del amor
hasta que una inclinación desprevenida
me haga tropezar,
y me precipite ya de lleno
en esta vida.

Carmen María

1 comentario:

d dijo...

uuuh qué bonito :)