viernes, 10 de octubre de 2008

Del sueño a la realidad soñada

"Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo,
es allí donde debería estar.
Ahora debes de construir los cimientos debajo"
(George Bernard Shaw)

El cerebro, el mío…desde hace un tiempo me vengo interesando en cómo funciona mi cerebro, por qué sueño tanto, cómo es que la poesía es tan accesible para mí, por qué me despierto a la misma hora cada mañana y si me lo propongo, me despierto exactamente 15 minutos después. Quiero entender mi ineptitud para las numeraciones y mi fascinación por la lógica, mi capacidad para administrar por un lado y para apreciar la pintura abstracta por otro.

Ayer que hablaba con mi amigo y maestro Octavio, (psicólogo y terapeuta floral) se nos ocurrió que sería excelente escribir un cuento para cada estado emocional asociado con una flor. Podríamos dar talleres de escritura terapéutica (es uno de mis más acariciados proyectos) e incluso, editar un libro al respecto. Estoy entusiasmada. Octavio me puso como tarea estudiar las formas de procesamiento de información de ambos hemisferios cerebrales, y en eso estoy. Descubro que por fortuna, superé hace mucho la supremacía del derecho (Lo fantástico, lúdico, sentimental e intuitivo) para equilibrarlo con el izquierdo (lógico, verbal, abstracto, intelectual). De nos ser así todo lo que vivo de manera tan intensa desde el mundo de lo imaginativo, las relaciones y los sentimientos, nunca podría ser traducido a estrategias, textos, eventos y explicaciones.

Tal vez esto se deba a que crecí con dos personas, mis padres, creativas y prácticas al mismo tiempo, pero claro, nunca imaginativos y soñadores como yo. Recuerdo cuando mi madre, al observar cómo no podía despegarme de los libros que me llevaban a lugares mágicos tan seductores para mí, me decía: “Hija, ya deja de leer y ponte a hacer algo de provecho”. Actualmente intenta convencerme de que soy más maestra que escritora. Por fortuna, en mi vida he echado por tierra todas y cada una de las profecías limitantes que se me han indicado. ¿Y quién no ha escuchado una y otra vez las desalentadoras profecías respecto al arte y la vida de los artistas?

Ahora, poco a poco, voy conquistando el terreno de la escritura. Y saben qué, me alegra, motiva y alienta, darme cuenta que no estoy sola. Ahí están esas personas valientes, viajeros osados que transitan, casi a tientas, el arduo camino que va desde el sueño hasta la realidad soñada. (Del hemisferio derecho solo al completo en compañía del izquierdo) Ana Paola en Monterrey estudiando letras, Álvaro Burgos quien asume por fin, pese a todos sus miedos, su identidad de literato, Joaquín Peón conquistando espacios para todas sus letras, Alejandro Pinzón, quien sostiene, con callada constancia, cada uno de los pasos de su sueño grande. Y aquí estoy yo, estudiando, escribiendo, planeando y compartiendo. Cuando mi castillo en el aire se convierta por fin en el cálido palacio que sueño para mí, ustedes serán mis primeros invitados. Miren, pásenle, esto de aquí es el vestíbulo…

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